I´m a pierrot lunaire

Hoy me enamoré de vos...hoy, nos enamoramos.

"Siempre supimos que nos faltaba algo, que nos faltaba "eso" que nos volviera un todo. Y hoy, pasó. Despues de mucho esperar, hoy llegó lo que tanto esperábamos.
Me pediste q te besara y como siempre, lo hice. Y quedamos envueltos en una burbuja de amor, nos convertimos en un todo.
Y mis lágrimas caían llenas de ternura, de amor, de felicidad por haber encontrado, al fin, ese sentimiento que conocía y que me resultaba tan difícil volver a sentir.
Y quisiste saber si, algún día, de tanto pedirme besos...podría pasar que se me terminen. Y al tiempo q sonreí, contesté que si eras capaz de amarme de esa misma forma por siempre, yo sería capaz de besarte de la forma que te gusta. Por siempre.
Y te amo...y eso es todo."

Yo, caníbal

Y la pared...aún manchaba.
Eran las heridas, que permanecían abiertas. Pero ocultas.
"Las heridas nunca cierran"-pensé...aunque sí es verdad que, a veces cicatrizan bien. Tan bien, que casi no recordamos como es que habían sido hechas.
Pero es ambiguo...porque aunque ya no nos duela, si hacemos algún movimiento inexacto, algo sentimos. Y en ese puto momento es que recordamos el motivo justo, ese, en el que nuestra piel se abría dejándonos para siempre una pequeña marca.

Escuché alguna vez por ahí "lamernos las heridas"...y yo creo que si, q es así. Que se trata de eso. De lamernos las heridas.

Y vuelvo a tocar la pared...y la puta madre! me vuelve a manchar. Y bueno, será cuestión de colocar algo adelante para no ver la herida en la pared...en el corazón...donde sea.
"Si no podés lograr que desaparezca, al menos evitá mirarla" -me dije. Y entonces puse un obstaculo entre mi mano y la pared. Entonces ya no me mancha. Por ahora.